Automovilismo

Tatiana Calderón: “Las mujeres están listas para la Fórmula 1”

Tatiana Calderón asegura que las mujeres tienen todo para competir al máximo nivel en la Fórmula 1.
Tatiana Calderón y su auto
“La pregunta siempre es: “¿Cuándo habrá una mujer lista para la F1?” Pero esa no es la pregunta correcta. La verdadera pregunta es: “¿Cuándo estarán listos ellos para darnos la oportunidad?”.

Tatiana Calderón es una maravilla. No solo por su talento al volante, sino por la revolución silenciosa que encarna cada vez que sube a un auto de carreras. Con la convicción de que “las mujeres ya están listas” para competir al máximo nivel, la piloto colombiana lanza una pregunta tan simple como contundente: “¿Cuándo estarán listas las autoridades del deporte para aceptar esa realidad?”.

Tatiana se enamoró de la velocidad por casualidad, en una tarde cualquiera de su infancia en Bogotá. Una pista de alquiler cercana a su casa se convirtió en el catalizador de su pasión. “Compramos un turno de cinco minutos y en ese momento me enamoré. La adrenalina, la libertad… supe que era lo mío”, cuenta con la sonrisa nostálgica de quien recuerda la chispa que encendió un camino improbable, pero imparable.

“¡Qué chévere que haya niñas! Pero en cuanto empecé a ganar, el ambiente se tornó hostil. ‘¿Cómo es posible que una niña le gane a mi hijo?’”.

Sin antecedentes familiares en el automovilismo, Tatiana y su hermana Paula fueron pioneras del clan Calderón. Y no pasó mucho tiempo antes de que, al demostrar su competitividad, comenzaran los cuestionamientos. “Al principio, todos decían: “¡Qué chévere que haya niñas! Pero en cuanto empecé a ganar, el ambiente se tornó hostil. ‘¿Cómo es posible que una niña le gane a mi hijo?’”, relata, dejando entrever las barreras invisibles con las que convivió desde sus primeros pasos en el karting. Pero lejos de desanimarla, cada obstáculo se convirtió en motivación.

“Siempre he sido competitiva. Si mi hermano menor podía hacer algo, yo también podía hacerlo”, afirma con firmeza. Esta mentalidad fue su mayor aliada para resistir las dificultades y perseverar en un deporte que, tradicionalmente, ha sido terreno exclusivo de hombres.

El talento ya está; ¿Qué esperan las autoridades?

Tatiana tiene claro que el talento femenino no es una promesa para el futuro, sino una realidad del presente. Sin embargo, señala que los altos mandos de la Fórmula 1 aún no se han atrevido a abrir las puertas. “La pregunta siempre es: “¿Cuándo habrá una mujer lista para la F1?” Pero esa no es la pregunta correcta. La verdadera pregunta es: “¿Cuándo estarán listos ellos para darnos la oportunidad?”.

Su crítica no es solo hacia la falta de pilotos mujeres en la parrilla, sino hacia las estructuras que limitan su participación desde lo más básico: el diseño de los autos. “Los monoplazas están diseñados para el físico masculino. Desde el volante, que era tan grueso que me encalambraba las manos, hasta los pedales que no se adaptaban a mi talla. Pedí muchas veces hacer cambios ergonómicos básicos, y cuando los hice, desaparecieron los problemas”, explica.

Tatiana ha trabajado en el desarrollo de los monoplazas de la Fórmula 2 y Fórmula 3, aportando su experiencia para que las futuras generaciones de pilotos mujeres no enfrenten los mismos desafíos. “Si queremos un deporte diverso, hay que hacer que el equipamiento sea diverso. Esto no se trata de pedir ventajas, sino de igualdad de condiciones”, sentencia.

La Fórmula 1 y la latinidad: Una conexión que no se puede ignorar

“Si queremos un deporte diverso, hay que hacer que el equipamiento sea diverso.Sebastiaan Rozendaal

Calderón ve un paralelismo entre la lucha de las mujeres por un lugar en el automovilismo y el papel de los pilotos latinos en la Fórmula 1. A lo largo de los años, figuras como Juan Pablo Montoya y más recientemente Sergio “Checo” Pérez han demostrado que los latinos aportan no solo talento, sino una pasión única. “La afición latina es distinta. No hay nada como el fervor que se siente en el Foro Sol en el GP de México. La F1 tiene que vernos como una oportunidad invaluable, no como una excepción”, asegura.

El Gran Premio de México ha sido fundamental en el resurgimiento del interés por el automovilismo en la región, y Tatiana lo vive con especial emoción. “México es como mi segunda casa. Hice mi primera prueba de Fórmula 1 aquí, y muchos de mis patrocinadores son mexicanos”, revela con gratitud. Su rol como embajadora del evento es más que un título: es una misión personal para inspirar a nuevas generaciones de pilotos, especialmente a niñas que sueñan con llegar a la cima.

Un Mensaje para las Niñas: “Nunca Te Quedes con el ‘¿Y Si?’”

Consciente del poder del ejemplo, Tatiana envía un mensaje claro a las niñas que la ven como una inspiración: “Nunca te quedes con el ‘¿y si hubiera intentado?’. Si tienes una pasión, persíguela con todas tus fuerzas. El camino no será fácil, pero si trabajas duro, el universo encontrará la manera de abrirte las puertas”.

Tatiana sabe que competir en igualdad de condiciones no es solo una cuestión de habilidad, sino de voluntad. “El automovilismo es uno de los pocos deportes en los que podemos competir mano a mano, hombres y mujeres. Cada uno con sus fortalezas, pero al final, el cronómetro no discrimina”, reflexiona.

Más allá del automovilismo: la vida en movimiento

“La afición latina es distinta. No hay nada como el fervor que se siente en el Foro Sol en el GP de México”.

A pesar de la presión constante, Tatiana encuentra momentos para conectar con sus raíces. “Siempre llevo un pedacito de Colombia conmigo. En mi maleta nunca falta café para moler. Ese primer sorbo en la mañana es como empezar el día en casa”, dice con orgullo. También reconoce que la vida de piloto no es sencilla, pero ha aprendido a gestionar el estrés y la fatiga. “El día que no sienta esa pasión por subirme a un auto, será el día en que me retire”, afirma.

Tatiana sigue mirando hacia adelante, con el sueño de regresar a la IndyCar y conquistar las 24 Horas de Le Mans. Pero más allá de sus metas personales, su mayor anhelo es abrir caminos para que más mujeres y latinos encuentren su lugar en el automovilismo. “El talento ya está. Lo que falta es que nos den una oportunidad real. El futuro del automovilismo será mixto o no será”, concluye con determinación.

En Tatiana Calderón se encarna el espíritu de lucha, perseverancia y pasión que define a los grandes del deporte. Su historia es un recordatorio de que, aunque el camino pueda ser difícil, el horizonte siempre está al alcance de quienes se atreven a soñar.