Desde siempre hemos oído que lo beneficios del ejercicio físico van mucho más allá de perder unos kilos o ponernos en forma para afrontar una prueba física como una carrera. Quizás los cambios y mejoras físicos sean los más evidentes a simple vista, pero no son los únicos (y en ocasiones ni siquiera son los más importantes). No debemos perder de vista que las vertientes del entrenamiento son tres: físico, mental y social, y están estrechamente relacionadas entre sí.
La vertiente física: cambios internos y externos
Como hemos dicho, la vrtiente física es la más visible y evidente de todas. Y es que los beneficios físicos del entrenamiento son perceptibles desde el minuto uno, sobre todo a nivel interno. Una mayor producción de endorfinas (¿recordáis cuando hemos hablado de la euforia del corredor?), una mejora en la calidad del sueño, mayor volumen de consumo de oxígeno...
En cuanto al nivel externo los resultados tardarán un poco más, a no ser que seas un novato total porque en los primeros meses de ejercicio físico y dieta saludable y adaptada a tus objetivos será cuando los cambios sean más evidentes. En los meses posteriores la ganancia de fuerza, de masa muscular o la definición de los músculos se hará visible poco a poco.
La vertiente mental: piensa en grande, actúa en pequeño
Tan importante como entrenar los músculos es entrenar nuestro cerebro. Cuando estás entrenando, ya sea fuerza, carera o cualquier deporte, tu mente es siempre la primera que se rinde. Hay un punto en el que pensamos "ya no puedo más" cuando realmente no es así: los límites de nuestro cuerpo están mucho más allá. La mente se rinde, pero las piernas continúan: tu cuerpo hará lo que tu mente le diga que haga, y si le dice que se rinde, se rendirá. Por eso el entrenamiento mental es tan importante.
Aprender a pensar en grande para actuar en pequeño debería ser la base del entrenamiento mental y de nuestra motivación. No se trata de correr una maratón, sino de ir recorriendo cada uno de los kilómetros que la componen. No se trata de levantar 100 kilos en peso muerto, sino de ir sumando discos poco a poco. No pienses en construir un muro, sino en ir poniendo un ladrillo cada día de la forma más perfecta posible.
La vertiente social: motivar y compartir
Para la mayoría de la gente el entrenamiento es un evento social, y más que nunca en los tiempos que corren. Por un lado, la motivación no será la misma si entrenamos nosotros solos que si lo hacemos en compañía de un grupo: al entrenar con más gente no tenderemos a saltar entrenamientos y procuraremos dar lo mejor de nosotros mismos.
Por otra parte, ¿quién a estas alturas no comparte con sus amigos o familiares sus logros personales en el entrenamiento o la competición? Recuerdo que mi primera San Silvestre la corrí yo sola (iba muy despacio y necesitaba mucha concentración: nunca antes había corrido 10 kilómetros) y lo primero que hice al llegar a la meta fue llamar por teléfono a mis padres para contarles que había llegado (viva) a la meta. Compartir forma parte de nuestro estilo de vida y, por tanto, de nuestro entrenamiento.
Estas tres vertientes, interrelacionadas entre sí, hacen del entrenamiento un todo completo. ¡Que no se te pierda ninguna por el camino!
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Juancamina
Que maravilla...muy lindo Lady...Mejor no puedes describir nuestras "circunstancias". Llevo un montón de k21 trail y debo confesarte que en la mayoría, allí por la mitad donde no puedes abandonar porque nadie vendrá por tí, me digo esta es la última ja ja....y llego a la meta y me anoto en la que sigue! El cerebro va y viene en el k 12 y en el k21...te traiciona pero sabes de su debilidad y como tu dices muy bien si le dices que no se rinda, pues no se rinde. Y esto es muy importante que lo digas como lo haces y los que no han pasado esta circunstancia lo sepan para saber que hay que subir la cuesta como sea y que siempre el diablo del abandono nos tienta y la razón nos vuelve a poner en marcha. Mi familia no me acompaña pero si mil ciento amigos que comparten y yo con ellos, así que siempre hay quienes se alegran con tus empeños. Abrazo grande y un lujo poder leerte. Juanca.
hetairepublic
Muy buen articulo. En el caso de lo de la mente, hay mucha gente que pone metas inmediatas muy dificiles y lejos de su alcance y tienden a la frustracion e incluso a abandonar el entrenamiento. Esto son casos muy noob pero se dan. Tambien hay veces (esto me ocurre a mi) que por loque sea, cuerpo y mente estan cada uno a su bola, y me veo obligado a decirme "hoy no es el dia". Sin embargo, cuando hay una perfecta sintonia...bueno, que os voy a contar. Esa sensacion de haberlo dado todo es maravillosa.
En cuanto a la vertiente social, seguramente es la menos importante, complementaria diria yo. En mi caso, comence a hacer ejercicio con 2 amigos que motivaban mucho y sabian lo que hacian, y ademas lo pasabamos de miedo. Actualmente, entreno solo aunque de vez en cuando salgo a correr y hacer un circuito calistenico con una amiga, y se echa de menos, pero no es en modo alguno indispensable, ya que si eres disciplinado, constante y te documentas bien, no necesitas a nadie. Incluso un compañero poco colaborador o irregular llegaria a ser un estorbo. Personalmente, yo no soy de compartir mucho mis vivencias, tampoco mis logros porque seamos realistas, ¿a alguien que no le da importancia al entrenamiento le va a sorprender que puedas hacer un L sit, por ejemplo? Es mas, podria parecer que eres un vigorexico que esto obsesionado con entrenar. De hecho, esta leccion la aprendidel novio de una amiga que no dejaba de hablar de cuanto peso levantaba y demas, verdaderamente insufrible os lo aseguro. Otra es que te pregunten al ver los logros externos que has conseguido. Sin ir mas lejos este verano en la piscina mucha gente se sorprendio de mi cambio de complexion fisica y tuve que dar muchas explicaciones de mi entrenamiento y demas, ya que incluso me pidieron consejo algunos.
Un saludo.