El dolor de espalda es un problema frecuente y una de las afecciones que más aqueja a la humanidad en la actualidad. Si no puedes controlar tu dolor de espalda, te contamos que no eres el único y la ciencia te explica por qué.
La lumbalgia particularmente, aqueja a un 10% de la población mundial, mientras que cerca del 40% de los adultos estadounidenses lo han tenido en los últimos tres meses y casi todos hemos experimentado alguna vez en nuestra vida un episodio.
Aunque la mayoría de los episodios desaparecen con el tiempo, se sabe por estudios que alrededor del 10% de los estadounidenses padecen un dolor de espalda crónico o recurrente y casi todos los casos son inespecíficos, lo que significa que no existe una enfermedad claramente identificable ni una causa que lo explique.
Por qué es difícil controlar el dolor de espalda
Si sientes que nada te funciona para aminorar el dolor de espalda, pese a que has probado variedad de alternativas y conoces que hay una larga lista de supuestas curas, la ciencia ha demostrado recientemente en un estudio dirigido por científicos australianos, que sólo el 10% de los tratamientos comunes para el dolor de espalda parecen proporcionar un alivio notable.
Los investigadores analizaron datos de 301 ensayos clínicos que probaron 56 tratamientos y remedios para dolor de espalda, y descubrieron que solo unos pocos parecían ser realmente más efectivos que el placebo, aunque estos tratamientos que incluyen ejercicio o antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) sólo ofrecen un pequeño beneficio en promedio.
Los resultados mostraron que sólo los AINEs parecían ser más eficaces que el placebo para el dolor de espalda agudo, mientras que frente al dolor de espalda crónico había cinco tratamientos que parecían ser efectivos: ejercicio, manipulación espinal (que con frecuencia se asocia a los quiroprácticos, pero puede ser realizada por fisioterapeutas u osteópatas), vendaje, antidepresivos y un tipo de fármacos que reducen la sensibilidad al dolor llamados agonistas TRPV1 (la capsaicina presente en el chile es uno de estos agonistas).
Otros tratamientos que no alcanzaron el umbral de éxito incluyeron cannabinoides, relajantes musculares, opioides, acupuntura y ventosas secas.
Así, la evidencia actual señala que sólo uno de cada diez tratamientos no quirúrgicos ni intervencionistas para el dolor lumbar es eficaz, proporcionando sólo pequeños efectos analgésicos más allá del placebo.
Aunque los resultados son desalentadores, también es necesario saber que algunos de los tratamientos evaluados son más eficaces para determinadas personas que en otras, y también se muestran prometedores algunos recursos que se encuentran bajo análisis y quizás en un futuro puedan ser una alternativa para controlar el dolor de espalda.
Referencias
- Shmagel A, Foley R, Ibrahim H. Epidemiology of Chronic Low Back Pain in US Adults: Data From the 2009-2010 National Health and Nutrition Examination Survey. Arthritis Care Res (Hoboken). 2016 Nov;68(11):1688-1694. doi: 10.1002/acr.22890. PMID: 26991822; PMCID: PMC5027174. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC5027174/#:~:text=The%20point%20prevalence%20of%20chronic,%2C%20(p%20%3C%200.0001).
- Cashin AG, Furlong BM, Kamper SJ, et al. Analgesic effects of non-surgical and non-interventional treatments for low back pain: a systematic review and meta-analysis of placebo-controlled randomised trials. BMJ Evidence-Based Medicine. 18 March 2025. doi: 10.1136/bmjebm-2024-112974. https://ebm.bmj.com/content/early/2025/03/02/bmjebm-2024-112974.info
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