Ozempic es un medicamento que se ha popularizado notablemente para la pérdida de peso, pese a estar aprobado principalmente para tratar la diabetes tipo 2. Recientemente, ha surgido una tendencia viral en redes sociales: usarlo en microdosis, con el fin de reducir costes, minimizar efectos secundarios y prolongar su duración. Pero, ¿es realmente efectiva y segura esta práctica?
Microdosis de Ozempic para reducir los costes, pero ¿es efectivo y seguro?

Ozempic (semaglutida) es un fármaco inyectable aprobado originalmente para tratar la diabetes tipo 2, aunque recientemente se ha popularizado para la pérdida de peso. A lo largo de los últimos años ha ido demostrado efectos secundarios desconocidos como la aversión al alcohol, el embarazo de mujeres a las que les estaba costando quedarse embarazadas y otros efectos que se han descubierto casualmente.
Por todo ello, su venta se ha disparado y son muchas personas las que quieren probar el fármaco de moda. Ahí es donde se encuentran con dos problemas principales: el primero que no es fácil de adquirir y el segundo es que es muy caro.
Para paliar estos problemas comenzaron a surgir las microdosis de Ozempic. Una microdosis implica administrar dosis menores a las recomendadas, con la intención de conservar el medicamento más tiempo, dado su alto costo, y también reducir los efectos secundarios más comunes, como náuseas o malestar gastrointestinal.
No hay evidencia científica que apoye las microdosis
Al contario de la creciente evidencia sobre el uso de Ozempic, la evidencia científica sólida en torno a las microdosis aún es escasa. Aunque algunas personas reportan que dosis menores son suficientes para reducir su apetito y facilitar la pérdida de peso, los estudios clínicos se han realizado con dosis completas, y todavía no existen investigaciones contundentes que validen la eficacia de microdosis menores para estos objetivos específicos.
Una de las grandes limitaciones de esta práctica es precisamente la falta de evidencia científica. Dosis demasiado pequeñas podrían no generar la reducción de peso esperada, además de no brindar los beneficios clínicos demostrados para personas con diabetes tipo 2, como mejorar significativamente el control glucémico.
Si bien podría parecer lógico que una dosis más baja reduzca riesgos, los expertos advierten sobre los peligros de alterar las indicaciones médicas oficiales. Modificar dosis sin supervisión médica puede conducir a un control insuficiente del apetito y, en casos de diabetes, a un manejo inadecuado del azúcar en sangre, aumentando riesgos para la salud a largo plazo.
La recomendación general es que cualquier modificación en las dosis sea estrictamente guiada por profesionales de la salud, ajustándose a la evidencia clínica y condiciones particulares de cada paciente. Nunca debemos modificar el tratamiento prescrito por un médico ni por el prospecto del fármaco sin que sea por una directriz de personal sanitario cualificado.
Reflexión y conclusión
Aunque la idea de utilizar microdosis de Ozempic puede parecer atractiva por razones económicas y de comodidad, es esencial que esta práctica se realice bajo estricta supervisión médica. Actualmente, la microdosis de Ozempic es una tendencia emergente con poca evidencia científica disponible, por lo que debe abordarse con cautela y responsabilidad. Ante cualquier duda, consulta siempre con un profesional de la salud.
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Imágenes | Markus Winkler (Pexels), Chemist4U (Flickr)
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